lunes, 14 de noviembre de 2016

Bienvenidos


Bienvenidos:

En el Convento nuestra principal ocupación ha sido siempre la oración, el contacto con Dios, en ello invertimos o empleamos varias horas. También al trabajo manual dedicamos gran parte de nuestro vivir.

Mis trabajos primordiales han estados marcados por distintas disciplinas artísticas, he pintado numerosos modelos para estampas, postales, posters para tres editoriales. Cuadros al óleo especialmente de Vírgenes y flores que me enseñó un gran pintor: Santiago Nicolau.

Fui a Madrid a aprender esmaltes sobre láminas de cobre, trabajo delicado y laborioso, con el pincel se colocaba sobre la lámina los polvos de refinados y purificados cristales de diversos y preciosos colores que provenían de minerales, provenientes de Francia, cada obra requería varias cocciones, a temperaturas muy exactas. Ha sido el más bonito trabajo al que dediqué entusiasmo y horario. Pero los esmaltes auténticos no eran demasiado conocidos y por lo tanto valorados. 

Me ofrecieron unas Religiosas Carmelitas enseñarme cerámica, de ellas aprendí, en Valencia era fácil su salida. He dedicado muchos años a modelar el barro y a esmaltarlo. 

Como mi trayectoria parece que ha consistido en aprender, he dedicado mucho tiempo al estudio para dar Cursillos de Conocimiento Interior a través del Eneagrama. Varios años estoy dedicada programar, a compendiar ideas de los libros que más adecuan o indican métodos para el logro del crecimiento o desarrollo personal, que hay que buscar y encontrar dentro de nosotros mismos, tarea nada fácil, ya que requiere tiempo y dedicación. Esta sociedad que programa felicidades provenientes del exterior y que se siente insatisfecha y defraudada, pide respuestas vitales, humanas. Y eso es lo que intento hacer. Jesús, el más humano de los hombres me lo ha enseñado. 

Verdaderamente doy gracias a Dios de lo sorprendente y gratificante que es para mí, ver, oír a personas que viven mejor, que se han encontrado a sí mismas, que han sido capaces de romper los patrones erróneos que impiden ver la propia realidad para poder desarrollar la dimensión espiritual y VIVIR. Alguien dijo que muchos existen, y pocos viven. 

No hay don mayor que este que experimento y gozo en mi último trabajo y empeño.

Espero disfruten de esta pequeña muestra de mis trabajos artísticos.

Sor María Milagro Zamora Roncal.




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